Nacido para la aventura
Vamos a dirigir la mirada al pasado y hacer un repaso de uno de los elementos más emblemáticos de la cultura motera: la cazadora negra de cuero
La cazadora negra de cuero. Estas simples palabras evocan imágenes de rebelión y rock ‘n’ roll sin necesidad de tener que añadir ninguna otra descripción. Incluso las variaciones de la cazadora clásica irradian una actitud de ‘cuidadito conmigo’. Pero, ¿a cuándo se remonta el origen de su historia y cómo una simple prenda de ropa consiguió adquirir semejante carga cultural?
La cazadora negra de cuero para moto tiene sus orígenes en la ropa de cuero que se utilizaba como protección a comienzos del siglo XX. Con la llegada del transporte en cabinas abiertas – como en el caso de las motos y los aviones – los abrigos de cuero se convirtieron en una prenda popular, tanto para hombre como para mujer, y podían adquirirse a través de catálogos especializados y en las principales tiendas.
Los conductores de motos fueron unos de los primeros defensores de la ropa de cuero, y en la década de 1920 Harley-Davidson® ya incluía un abrigo tres cuartos y una ‘versión deportiva’ más corta en su catálogo de piezas y accesorios. Las cazadoras de estilo deportivo siguieron manteniendo su popularidad como prenda de abrigo en los años 30 y 40.
Durante la Segunda Guerra Mundial las cazadoras de los pilotos de avión tuvieron una profunda influencia en la evolución de la cazadora de cuero para moto, tanto en lo que respecta al diseño como a las posibilidades de personalización. Las tripulaciones de los aviones solían pintar en sus cazadoras los nombres y logotipos que decoraban los morros de sus aviones.
Con el regreso de las tropas al final de la guerra, los estilos de cazadora a disposición de la población civil se concretaron en una clásica prenda hasta la cintura y de líneas ajustadas al cuerpo, que incluía detalles prácticos como bolsillos de plastón con cremallera, mangas pegadas al brazo con cremalleras en las muñecas y cierres en el cuello. Había modelos para hombre y para mujer.
En 1947 Harley-Davidson sacó su primera versión de lo que se convertiría en el modelo clásico ‘Cycle Champ’, fabricado en piel de caballo. Fabricantes de accesorios como Buco y Beck – y tiendas especializadas en cuero como Langlitz, Trojan, y Schott – vendían variaciones del estilo clásico junto con marcas nacionales como Sears, J.C. Penney y Montgomery Ward.
Durante esa misma época, la cazadora negra de cuero comenzó a adquirir un sinfín de connotaciones culturales. En el mundo de Hollywood es la prenda de rigor de los tipos duros, tanto buenos como malos, desde que Marlon Brando la puso de moda en la película de 1953 Salvaje, hace ya seis décadas. Y todos recordaréis a Arnold Schwarzenegger con su cazadora de cuero a lomos de una Fat Boy® en Terminator 2.
La cazadora que se diseñó en 2011 para Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres es un ejemplo excelente de cómo una cazadora negra de cuero es capaz de aumentar la dureza de un personaje, incluso sin necesidad de moto.
Este tipo de cazadora se convirtió también en el uniforme de las estrellas del rock que personificaban la rebeldía anticultural. Desde los inicios del rock, la cazadora de cuero ha conseguido imponerse en todo tipo de estilos musicales, y la llevan desde Judas Priest a Justin Bieber. Uno de los primeros en adoptar esta prenda fue Elvis Presley, que fue retratado en numerosas ocasiones luciendo una cazadora J.C. Penney de mediados de los años 50. Por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de una de las piezas más famosas de la sátira hollywoodiense: la cazadora que llevaba el personaje Derek Smalls (Harry Shearer) en el clásico de culto de 1984 This is Spinal Tap.
Las estrellas de Hollywood la lucen en la alfombra roja. Los diseñadores de moda la combinan con los vestidos más delicados. Una temporada tras otra las cazadoras de cuero reaparecen como elemento básico en la mayoría de las colecciones de moda. Los moteros de todo el mundo siguen siendo unos incondicionales de esta prenda. Pero ¿por qué? Porque algunas prendas trascienden el concepto de moda para convertirse en leyendas imperecederas… y la cazadora negra de cuero es una de ellas.
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