Los años ochenta: la saga continua
El largo y arduo camino de la recuperación tras la recompra.
Tras permanecer más de una década en manos de AMF, 13 miembros de la cúpula directiva de la Company, dirigidos por su consejero delegado Vaughn Beals, juntaron todo el dinero que tenían disponible, solicitaron un préstamo para cubrir el resto y compraron Harley- Davidson® a AMF en junio de 1981. El riesgo que tomaron fue enorme, ya que dejaban de tener el apoyo de una empresa matriz que invertía dinero en Milwaukee. Para Harley-Davidson esta nueva independencia fue como dejar de vivir en casa de un padre autoritario en medio del invierno, sin disponer de dinero ni de un trabajo fijo.
Estados Unidos estaba en plena recesión y el mercado de la moto estaba sufriendo los efectos negativos de la inflación y el alto nivel de desempleo. Las tasas de interés se habían disparado y la situación del mercado crediticio favorecía a las motos baratas importadas. En un mercado cada vez más restringido, Honda y Yamaha se disputaban el dominio de EE.UU. con motos baratas y de gran calidad, mientras que las ventas de Harley-Davidson se hundían a niveles no vistos en más de una década.
La competencia extranjera también estaba utilizando el mercado estadounidense para deshacerse del exceso de inventario, vendiendo motos nuevas a precios descontados. Los propios problemas de calidad de Harley-Davidson no ayudaban en esta situación, en la que los anticuados procesos de fabricación resultaban en un exceso de inventario.
Sería lógico pensar que esta situación era ya, de por sí, más de lo que la Motor Company podía soportar. Sin embargo, las dificultades no habían terminado. A finales de 1984, el principal prestamista de H-D® informó a la empresa que debía de buscarse otro acreedor para comienzos de 1985. Las cosas no podían empeorar mucho más.
Sin embargo, las medidas que en última instancia llevarían a la recuperación de la empresa ya se habían tomado en los meses que siguieron a la recompra de 1981. Mientras que otros querían convertir el mercado de la moto de Estados Unidos en una carrera por conseguir las mayores reducciones de precio, Harley-Davidson se había decantado por la tradición y la calidad.
El Vicepresidente de Fabricación, Tom Gelb, creó una fórmula que pasaría a conocerse como la ‘Triada de la productividad’: ajustar la producción a las necesidades, fomentar la participación de los empleados y utilizar un sistema de control estadístico del operador para mejorar el control del inventario, reducir los costos, aumentar la calidad y dar más responsabilidad a la plantilla.
Asimismo, H-D volvió a interesarse por un motor que se había creado bajo la dirección de AMF. La estrategia de AMF había consistido en desarrollar una serie de motores V-4 de refrigeración líquida (Project Nova) como grupo propulsor para la nueva generación de motocicletas de la empresa. Parte del plan de lanzamiento consistía en introducir provisionalmente un motor V-twin refrigerado por aire ‘evolucionario’ para sustituir al Shovelhead, que se utilizaba desde 1966. Introducido para el modelo del año 1984, el motor Evolution® tenía sellado hermético y era más silencioso y moderno que cualquiera de los V-twin H-D anteriores. También tenía una vida útil mucho más prolongada, sin afectar en absoluto el aspecto, la sensación ni el sonido característicos de Harley®.
Igual de revolucionario fue el nuevo chasis del modelo FXST Softail® de 1984. Este chasis fue presentado originalmente a H-D por un mecánico aficionado a las motos que encontró una forma de ocultar la suspensión trasera. El diseño y plataforma modificados condujeron a la creación de una gama de motos que incluso hoy en día sigue compitiendo en popularidad con la gama Touring.
La Company utilizó una flota de motos de demostración para presentar al público sus nuevas motocicletas. La respuesta fue clara y unánime: las nuevas motos eran mucho mejores pero seguían siendo totalmente Harley.
El Harley Owners Group® (H.O.G.®) se creó en 1983, en medio de esta importante reestructuración de productos y métodos de fabricación. El H.O.G. sirvió para acercar a los concesionarios y a sus clientes a la empresa y hacer que resultara aún más fácil incorporarse a la familia H-D. El número de socios del H.O.G. creció con rapidez en todo el mundo y en la actualidad se sitúa en torno al millón. Fue el primer motoclub patrocinado por la propia empresa y, con mucho, el más numeroso que existe.
Hasta mediados de los años ochenta, la Motor Company no había dedicado demasiados esfuerzos a proteger sus derechos de propiedad y marcas registradas, con la consecuente proliferación de falsificaciones de poca calidad, y en ocasiones de mal gusto, con el nombre, los logotipos y los gráficos de H-D. A partir de esa época, H-D empezó a enviar a los fabricantes de las falsificaciones órdenes de cese de producción y a crear franquicias oficiales de sus productos. La protección de la imagen y el valor del legendario logotipo de la Barra y el Escudo se convirtió en una prioridad fundamental para la empresa.
Y, ¿qué sucedió con el envío del exceso de inventario de motos extranjeras a Estados Unidos? En 1983 se aprobó una petición de protección arancelaria, con un plazo de cobertura de cinco años. Sorprendentemente, H-D se recuperó con tal rapidez que solicitó el cese de dicha protección arancelaria dos años antes de su finalización, algo sin precedentes en el entorno comercial del país.
Justo un año antes, Harley-Davidson había comenzado a cotizar en bolsa. El siguiente paso fue su entrada a cotización en el mercado de valores de Nueva York en 1987. Su cotización en bolsa y el fin de la protección arancelaria demostraron la solidez que H-D había alcanzado como empresa.
Muchas otras iniciativas contribuyeron al resurgir de la Company a finales de los años ochenta y principios de los noventa. La cifra de producción se duplicó en el espacio de una década. La red de concesionarios comenzó a crecer y fortalecerse. En general, la industria de la motocicleta vivió un período de renacimiento en Estados Unidos en los años noventa, con Harley-Davidson situada firmemente a la cabeza del movimiento.
Aunque todavía no figura en los libros de texto, la recuperación de Harley- Davidson de los años ochenta es algo que se analiza y estudia en las escuelas de negocios de todo el mundo. Considerada una de las recuperaciones más espectaculares de la historia comercial de Estados Unidos, esta impresionante hazaña sigue siendo una parte importante del legado H-D.
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