Volver a poner esfuerzo: Archivos bicicletas Harley-Davidson

En ocasiones se dice que el primer señor Harley y los tres primeros señores Davidson crearon la empresa Harley-Davidson® para “evitar el esfuerzo de pedalear en bicicleta”. Aunque esta afirmación es cierta, a veces se interpreta erróneamente como que Harley-Davidson® empezó siendo una empresa fabricante de bicicletas, lo cual no es el caso

Lo que no se puede negar, sin embargo, es que las bicicletas fueron tremendamente importantes en esos primeros años de la Motor Company. Al fin y al cabo, los primeros vehículos que se produjeron eran, esencialmente, bicicletas con motores. A pesar de los esfuerzos realizados por la compañía para promover una mejor forma de viajar sobre dos ruedas, la popularidad de las bicicletas normales siguió aumentando en la década de 1910. Por eso, y con intención de introducir las motocicletas en nuevos mercados, Harley-Davidson® decidió comercializar su propia marca de bicicletas a través de una improbable asociación con una empresa de máquinas de coser.

La llegada del ocio
El éxito de ventas de la bicicleta trajo consigo la posibilidad de convertirla en una actividad de ocio. Gracias a su precio más costeable y a su facilidad de uso, también se convirtió en una forma de introducir las motos Harley-Davidson® a los más jóvenes. Estas condiciones fueron las que llevaron a la compañía a firmar un contrato con el fabricante de máquinas de coser, Davis Sewing Machine Co. de Dayton (Ohio), en otoño de 1916. El contrato estipulaba que Davis vendería los principales componentes de las bicicletas y los enviaría a Milwaukee, donde se procedería al montaje de los mismos. Harley-Davidson® dedicó un edificio entero a su producción en las instalaciones de Juneau Avenue (Milwaukee). A comienzos de 1917, las bicicletas se vendían fundamentalmente a través de la red de concesionarios de motos Harley-Davidson®. Aunque en poblaciones más pequeñas se vendían en las tiendas de bicicletas.

Lo más representativo de las bicicletas H-D® era que estaban pintadas en el característico verde oliva que se utilizaba para las motos desde la 1ª Guerra Mundial. Otro elemento que distinguía estas bicicletas era que llevaban las letras H y D forjadas en hierro fundido en el piñón.

Los modelos de bicicleta tenían nombres como ‘Diamond Frame’, ‘Ladies Standard’, ‘Boy Scout’, ‘Girls Juvenile’, ‘The Racer’ y ‘7-17 Special’. El modelo ‘Boy Scout’ acabó cambiando de nombre, quizás debido a las protestas de la Asociación estadounidense de Boy Scouts. La ‘Motorcyke’ era la que más recordaba a una moto, debido al depósito metálico que llevaba junto a los dos tubos superiores del cuadro de la bicicleta. Pero este depósito contenía una fuente de energía diferente: baterías para el faro delantero.

Las bicicletas trajeron consigo oportunidades de marketing únicas. Trabajar y ahorrar para tener una Harley® era ahora mucho más fácil para los más jóvenes. También se alentó a las personas que iban a trabajar en tranvía para que adoptasen la bicicleta como medida para ahorrar en el costo del transporte.

Un éxito de escasa duración
En 1920, las cifras de venta de bicicletas no habían llegado a superar el carácter anecdótico para H-D®, suponiendo tan sólo el cuatro por ciento del total nacional de ventas. También se creía que las ventas nunca igualarían a las de sus competidores debido a las limitaciones que imponía la red de concesionarios de motos. Sin embargo, eran bicicletas de buena calidad. Prueba de ello son las críticas de producto favorables y la prima en puntos de precio, que oscilaba entre los $40 y los $55 dólares estadounidenses aproximadamente. En última instancia, la gama de bicicletas desapareció debido a la recesión de 1920- 1921, que impuso reducciones en los gastos.

El último capítulo en la breve historia de la gama de bicicletas fue cuando Harley- Davidson® se enteró en 1922 de que la empresa Davis Sewing Machine Co. seguía produciendo y vendiendo bicicletas con la insignia Harley-Davidson® casi un año después de que la Motor Company había decidido detener su venta. Tras enviar una carta exigiendo el cese de producción, la actividad ilegal se detuvo finalmente tras una visita que Arthur Davidson realizó personalmente en la primavera de 1923. Ese fue el punto final definitivo en la historia de estas máquinas.

Las bicicletas Harley-Davidson® se exponen al público en el Harley- Davidson® Museum de Milwaukee. h-dmuseum.com


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